Nakba: activismo contra diplomacia

El Gobierno de Benyamin Netanyahu ha vuelto a hacer de las suyas, reprimiendo con dureza una manifestación con motivo de la Nakba (Día de la catástrofe), fecha en la que los palestinos recuerdan el exilio a raíz de la creación en 1948 del estado de Israel. No se puede negar que algunos de los palestinos arremetieron contra los soldados israelíes -más de 10.000 desplegados-, pero la respuesta vuelve a ser desmedida: disparar ráfagas de balas e, incluso, lanzar hasta cuatro proyectiles con tanques es excesivo. Y el resultado, así lo refleja: al menos 14 palestinos muertos y decenas de heridos.

Y con este balance, que desde la ONU Ban Ki-moon llame a la moderación suena casi a broma. Sobre todo considerando que buena parte de esta manifestaciones se han producido en la frontera con Líbano, donde la ONU tiene desplegada desde 1978 la misión de paz UNIFIL, originariamente creada para asegurar la retirada de las tropas israelíes de Líbano.
Francesco Bastagli durante la VIII edición de FiSahara.
Pero este tipo de contradicciones operativas-humanitarias acompañan a muchas de las misiones de la ONU. Y es que la diplomacia, a veces, apesta. Así lo ha sugerido este año durante el FiSahara Francesco Bastagli, ex-representante de la MINURSO (2005-2006), al relatar cómo dimitó al no poder soportar la ineficiencia de la ONU en el Sáhara Occidental, su "inoperancia". 

Por eso mismo, quizás es posible lograr lo que la diplomacia no consigue por otra vía, por la del activismo social. Bien es cierto que al pueblo saharaui le está llevando casi 36 años, pero cada día que pasa, más se reafirma en la justicia y Mohamed VI -y su amigo, su 'hermano' Juan Carlos I-, por contra, más cerca de la condena unánime. En la causa palestina, todos 'Rumbo a Gaza'.
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