A medida que se aproxima la Jornada Mundial de la Juventud católica
(JMJ) aumenta la tensión entre los fieles del Papa y quienes no asumen
que el Estado, en plena crisis y al borde del rescate de la Unión
Europea, financie una visita que no es de Estado, sino netamente
religiosa. Tensiones que se recrudecen con el auge del Movimiento 15-M
que insiste en dar muestras de madurez y consolidación, incluso, en
pleno período vacacional.
El tema es polémico, se mire por donde se mire. Más aún con la
confusión -en parte, por la falta de transparencia vaticana- entre Santa
Sede y Estado Vaticano. Históricamente siempre ha existido un conflicto
entre Iglesia y Estado, puesto que mientras la primera quiere ganar más
parcelas de poder en el Estado, éste quiere beneficiarse de las
potencialidades de la Iglesia. En el Estado Vaticano podemos ver la
convergencia perfecta de todo, pues es la propia Iglesia la que gobierna
un Estado, constituido apenas unos meses antes del Jueves Negro de
1929.
Seguir leyendo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario