España rescatada, ¿y los españoles?

Reuters informaba ayer de que España ya ha dado el sí al rescate, poniendo como fecha para su solicitud formal este mismo sábado. Aunque Alemania parece estar convencida también de ello, Angela Merkel habría frenado la decisión condicionada por su propia política interna. En Alemania no terminan de estar bien vistos estos rescates y, dado que habrá que tomar nuevas decisiones sobre Grecia y Chipre, la canciller prefiere hacerlo de manera conjunta, en lugar de uno a uno. Dicho de otro modo, según las informaciones de Reuters, Merkel manda, decide y ordena en Europa, por si a alguno no le había quedado claro.

Si uno revisa las cifras de la deuda española, descubre con asombro la fuerte exposición que tienen los bancos alemanes y franceses, que acaparan el 25,76% y el 19,92% de la deuda externa de los bancos, respectivamente. Así, es fácil comprender algunos movimientos desde Bruselas. Sólo Alemania absorbe 200.000 millones de euros entre deuda pública y privada.

Este sábado veremos si España es finalmente rescatada o se pospondrá, pero lo que parece seguro es que lo será y traerá consigo unas durísimas condiciones que aumentarán aun más la fractura social, comenzando por las pensiones. Este nuevo estrangulamiento se sumará, además, a las contrapartidas aparejadas a la recapitalización de la "banca más solvente del mundo", dado que Rajoy no ha dado muestras de querer renegociar las condiciones del rescate bancario a pesar de que ya no serán necesarios los 100.000 millones de euros -tan 'sólo' 60.000 millones.

En este contexto, si España es rescatada, ¿quién salvará a los españoles? El Gobierno y el PP en bloque desde luego que no, que no sólo continúa manipulando la realidad presentando unos presupuestos metirosos -alegando, por ejemplo, que la partida de becas crece cuando en realidad cuenta con 50 millones de euros menos-, sino extendiendo los beneficios de los más ricos, cuyos impuestos son ridículos comparados con los de las clases más populares.

El 25-S, no se equivoquen, tampoco nos rescatará del rescate de Europa, sencillamente, porque no llegará a tiempo. Los objetivos de este movimiento social, como lo son los del 15-M, son a medio plazo. Pensar a corto sería demasiado pretencioso, dada la represión policial e institucional que está llevando a cabo el Gobierno con cualquier que alce la voz; pensar a largo, por contra, sería  una sentencia de muerte para buena parte de los españoles; no olvidemos que casi una cuarta parte de ellos ya vive por debajo del umbral de la pobreza.

El 25-S es, pues, una carrera de medio fondo, cuyo objetivo es instaurar de nuevo la democracia en este país y que el Gobierno responda ante sus ciudadanos por todas y cada una de las acciones que lleva a cabo; un Gobierno, en definitiva, que goce de la confianza de su pueblo, algo que el actual no tiene por la sencilla razón de que llegó al poder con una misión y objetivos encomendados por sus votantes y no ha cumplido ninguno de ellos. Y cuando alguién muestra su ineptitud o su manifiesta y sistemática mentira ha de ser despedido.