El mensaje de la experiencia Carromero: la conducción temeraria no tiene castigo

(J. M. Lostau)
Cuba siempre ha estado en el punto de mira de Esperanza Aguirre, habiéndose convertido en una de las voces más críticas contra el Gobierno de los hermanos Castro. Es un secreto a voces, pero en los mentideros de Madrid siempre se ha dado por hecho que la lideresa ha sido una de las impulsoras de la financiación de los opositores cubanos, mandando gente como en el pasado Moragas o, más recientemente, Ángel Carromero.

Carromero se ha convertido en un homicida involuntario convicto al que, no sólo repatriaron de un modo extraordinariamente sospechoso, sobre todo considerando los casi 2.500 españoles que cumplen condena en el extranjero, muchos de ellos en dictaduras más terribles como Marruecos; sino que le han concedido el tercer grado en un clarísimo acto de prevaricación. El tercer grado más rápido de la historia.

No contenta con el desarrollo de los acontecimientos, Aguirre va a solicitar el indulto para Carromero. Contará para ello, posiblemente, con el apoyo del fiscal general del Estado, Torres-Dulce, que ha faltado a su responsabilidad al asegurar que el caso se ha tratado como cualquier otro. La presidente del PP madrileño asegura que "no le reconozco a la justicia castrista el nombre de justicia" pero, ¿cuáles fueron los hechos, obviando que Carromero estuviera financiando a la oposición cubana?


Los hechos son que Carromero conducía un coche sin permiso de conducción para ello. ¿Por qué? Porque en su país de orígen le había sido retirado tras casi medio centenar de multas, perdiendo todos los puntos por sanciones por exceso de velocidad. El mismo exceso que parece estar detrás de la muerte de Cepero y Payá. Eso, en Cuba o en España, es homicidio involuntario y no está sujeto a indulto, aunque este Gobierno nos tenga ya acostumbrados a sus chanchullos con la Justicia. El mensaje que se traslada a la sociedad es claro: la conducción temeraria no tiene castigo.

Mientras, no todo el mundo opina como Aguierre (afortunadamente) y los compañeros de Carromero se manifiestan en contra del regreso del homicida involuntario a su puesto de asesor en el Ayuntamiento de Madrid. Un puesto a dedo con el que, a pesar de no contar con titulación universitaria, le reporta un sueldo de 50.000 euros al año. ¿Será esa la meritocracia de la que la propia Aguirre tanto le gusta presumir? Carromero no está entre los despedidos de Botella, seguramente debido a presiones internas.

¿Y Cuba, qué opina de todo esto? Sencillamente, no opina. Tras más de una semana de intentos de contactar con el ministerio de Exteriores cubano y con la embajada de Cuba en España, han preferido no manifestarse sobre el incumplimiento de la condena del homicida. Eso sí, los propios representantes de Payá en Madrid reclaman que Carromero sí hable, que se rompa la ley del silencio que el Gobierno español impuso a la familia durante las negociaciones de extradición.
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2 comentarios

  1. depende kien sea...porke yo la estoy pagando....ahhhhhhhhh...ke yo no soy del PP

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  2. No se preocupe ...sabe que va a ocurrir en este pais ... pues que muchos nos tomaremos la juaticia por nuestra mano y cuando vea a un politico o sindicalista ...espero tener a mis 9 hijos dipuestos a acabar con ellos , con todos los que no se comportan como toca.
    Que no me cruze al carromero porque la colleha que le doy se vuelve a cuba a seguir esnifando ...En fin espero que cuando nos sublevemos acabemos con el gobienrno y no nos matemos como hace 80 años entre nosotros ...

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