Por qué el 4G no despega en España

A pesar de que Corea del Sur y la Unión Europea (UE) han firmado una declaración conjunta por la que se comprometen a desarrollar estándares para las redes de telefonía 5G, la realidad en nuestro país es que prácticamente cerca de 20 millones de habitantes no tiene siquiera oportunidad de conectarse al 4G. Así se desprende del estudio pormenorizado llevado a cabo por kⒶosTICa según el cual, las cuatro principales operadoras -y las únicas en realidad que prestan el servicio de telefonía de cuarta generación- apenas cubren con sus despliegues la mitad del territorio nacional.

De los casi 47 millones de habitantes que reflejaba la última estadística del padrón continuo del INE, sumando los despliegues de Vodafone, Yoigo, Movistar y Orange, los ciudadanos que pueden disfrutar del 4G no llegan a 30 millones. Las capitales de provincia y las Ciudades Autónomas acaparan el 56% de la población con acceso al 4G, mientras que del resto de municipios, menos de la cuarta parte corresponde con localidades por debajo de 50.000 habitantes.

¿A qué se debe este abandono de las zonas rurales y localidades con menor población? Pues en gran parte, a la chapuza que se realizó desde la Administración. Para entender lo que ha sucedido, hemos de explicar antes en que bandas de frecuencia funciona el 4G.

El Dividendo Digital

En España se ha utilizado hasta la fecha las bandas de 1800 MHz y 2600 MHz. Si bien estas dos frecuencias tienen la ventaja de permitir una gran capacidad de datos, su facilidad para viajar largas distancias es muy inferior a la tercera de las bandas que podría utilizar la telefonía móvil, esto es, la banda de los 800 MHz. Este punto resulta especialmente interesante para hacer llegar la telefonía a los núcleos de población más pequeños y, sobre todo, a las áreas rurales. Además, penetra mucho mejor a través de las paredes de los edificios.

En países del resto de Europa, como Reino Unido por ejemplo, ya se benefician de la banda de los 800 MHz, más versátil que las otras dos aunque desde Yoigo nos indiquen que “la banda de 1800 MHz se ha convertido prácticamente en el estándar internacional para 4G” (curiosamente, Yoigo no cuenta ni con la banda de los 2600 MHz ni con la de 800 MHz, aunque gracias a su fuerte inversión en infrastructuras, lidera junto a Vodafone el despliegue 4G).

¿Por qué no usamos entonces en España la banda de los 800 MHZ? La respuesta nos lleva directamente a una única causa: la televisión. Cuando a lo largo de la segunda mitad del siglo XX comenzaron a generalizarse las emisiones de televisión, ésta utilizó parte de la banda de frecuencias de VHF (47 a 230 MHz) y parte de la banda de UHF (470 a 862 MHz). Décadas después, llegaron las tecnologías digitales que entre otras bonanzas trajeron consigo la posibilidad de optimizar la utilización del espectro radioeléctrico, de manera que lo que antes requería de hasta seis canales para su transmisión, puede emitirse ahora a través de un único canal radioeléctrico.

Dicho de otro modo, nos encontramos con un excedente de espectro donde antes existía saturación. Este excedente es lo que se ha venido a denominar ‘dividendo digital’ que puede utilizarse para la emisión de nuevos canales de televisión o para prestar el servicio de telefonía móvil. Cuando en 2005 el Gobierno español aprobó el texto del nuevo Plan Técnico Nacional de la Televisión Digital Terrestre (TDT) y el Reglamento para la prestación del servicio de TDT asignó dos bandas para las transmisiones de televisión a nivel nacional: 830 a 862 MHz (Canales 66 a 69) y 758 a 830 MHz (Canales 57 a 65), de manera que ocupaba el rango más propicio para que la telefonía 4G llegara a más población.

Una falta de previsión en toda regla dado que, por aquel entonces, la telefonía 3G ya era una realidad y no hacía falta tener una excepcional capacidad de visión para prever que la 4G llegaría en el corto plazo. Tanto es así que tan sólo dos años después la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 2007, convocada por la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones) acordó la atribución al servicio móvil de la banda de 790-862 MHz dentro de la zona europea.

La liberación del dividendo como solución

Así pues, permitir que la telefonía 4G puede utilizar la banda de los 800 MHz es una de las mejores bazas para reducir la brecha digital. En este sentido, tal y como explica la responsable de Desarrollo Técnico del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones (COIT), Noelia Miranda, la solución pasa por la liberación del dividendo digital que ahora ocupan los servicios de TDT.

Miranda explica que para ello será necesario que la TDT utilice unas bandas más bajas que el rango de los 790 a los 862 MHz. Algo que pronto sería una realidad tal y como fuentes del ministerio de Industria han confirmado a kⒶosTICa , al sostener que desde la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información “están trabajando en la elaboración del Plan Técnico del Dividendo Digital para liberar las frecuencias de la banda de 800 MHz y que puedan disponer de ellas las operadoras para ofrecer 4G”. Estas mismas fuentes añaden que “en palabras del ministro, este Plan será presentado en breve”.

La segunda chapuza: Los OMV

El segundo motivo que está frenando que la población pueda acceder de manera más masiva a los servicios 4G viene de la mano de los Operadores Móviles Virtuales (OMV), es decir, aquellos que no cuentan con red propia y la alquilan a los cuatro operadores principales. Un año después del arranque del 4G en España, ningún cliente de OMV puede ofrecer internet de alta velocidad móvil. Esto significa que más de 7 millones de líneas móviles son discriminadas y se les priva del 4G.

Este fue precisamente el motivo por el que hace más de dos meses Pepephone anunció el fin de su acuerdo con Vodafone,  porque ésta no le prestaba el servicio 4G. Decidió cambiar a Yoigo, pero Pedro Serrahima, presidente de Pepephone, lamenta que Movistar ha bloqueado nuestro acuerdo con Yoigo. ¿Qué pinta ahí Movistar? Sencillo; de las 32 capitales de provincia a las que llega, a 10 de ellas lo hace a través de un acuerdo por el que puede usar las antenas de Yoigo.

Serrahima indica que para Pepephone el 4G es imprescindible y, que están a la espera de que se resuelva el problema para optar por un operador u otro. Yoigo ha denunciado esto ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), señala.

Movistar no se pronuncia acerca de los OMV y Orange asegura que “estamos trabajando en ello con alguno de nuestros OMV". En Vodafone, por ejemplo, el portavoz nos comenta que “no han denegado el acceso a esta tecnología a los OMV”, pero lo cierto es que ninguno de ellos puede prestar el servicio.

¿Cuántas líneas hay realmente con 4G?

Los operadores son muy reacios a ofrecer datos sobre sus despliegues de telefonía 4G o del número de clientes que poseen de este servicio. Yoigo es sin duda la más transparente, ofreciendo una completa lista de municipios a los que llega y declarando que de los cerca de 3,5 millones de líneas que posee, sus líneas 4G ya superan las 850.000. La otra operadora que, si bien es opaca en cuanto a la localización de sus antenas 4G, sí admite que de sus 12,5 millones de líneas tiene cerca de un millón 4G es Orange.

Sólo con estos datos, sin ni siquiera tener que sumergirnos en la falta de transparencia de cifras de Movistar o Vodafone, podemos establecer que a los 7 millones de líneas de OMV sin 4G se suman al menos 14,5 millones de líneas ancladas en el 3G de Orange y Yoigo. Dicho de otro modo, de los 55 millones de líneas de telefonía activas que declara la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, unos 22 millones de líneas móviles continúan sin 4G en España, es decir, un 40% del total.
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