Ayer fue un día histórico: la noticia de la 'normalización' de las relaciones entre EEUU y Cuba sin duda es buena. En esta coyuntura, creo que es importante realizar algunas puntualizaciones, porque presentar a Obama como el gran salvador de Cuba sería un tremendo error.
A fin de cuentas, el presidente estadounidense se encuentra en las
horas más bajas de su segundo mandato y no ha sido hasta ahora cuando ha
movido ficha, quemando sus últimos cartuchos en materia de inmigración.
¿Que es una buena noticia? Sin duda. ¿Qué es de agradecer? No lo creo tanto, porque ello significaría hacer extraordinario lo que, en realidad, era imperativo.
Las
voces más críticas siempre tachan a Cuba de espacio de violación de los
Derechos Humanos, sin ni siquiera reparar en las consecuencias que para
los Derechos Humanos tiene un bloqueo económico-comercial durante medio
siglo. Escucho desde ayer ligerezas de tertulianos varios señalando que
"es hora de que el régimen castrista se abra". ¿Qué
posibilidades de aperturismo había hasta la fecha con el embargo de
EEUU? ¿Por qué esas mismas voces jamás arremetieron contra la política
exterior de EEUU?
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