La estafa de los pósteres científicos
De un tiempo para acá se está produciendo un fenómeno lamentable entre quienes participan de una bolsa de empleo u opositan de la Sanidad pública en las diferentes Comunidades Autónomas. Las brechas normativas permiten que los buitres oportunistas se hagan de oro a costa de quienes buscan su entrada en el mercado laboral en un ámbito que, en la mayor parte de los casos, es vocacional.
El sistema de baremación vigente para oposiciones y bolsas de empleo otorga 0,1 puntos por cada póster (una suerte de ensayo científico) en congresos científicos. Al número de posteres que puede presentar una persona como autor único se suman otros tantos en los que puede aparece como coautor. En total, puede llegar a alcanzar 1 punto en la baremación, lo que considerando el grado de compentencia y la dificultad, es puro oro.
¿Qué está sucediendo sin que la Administración tome medidas? Que se está comerciando. La laxitud por parte de las diferentes Consejerías de Sanidad en esta materia ha propiciado que estos posteres puedan ser publicados en congresos digitales o, dicho de otro modo, que el oportunismo haya hecho crecer los congresos como setas, sin que éstos acarreen prácticamente ningún coste porque no se desarrollan físicamente y que sí publican multitud de posteres.
¿Dónde está el problema? En que para poder publicar un póster, estos congresos pueden llegar a cobrar entre 80 y 100 euros, sin entrar a valorar si el ensayo aporta algo nuevo, es fruto de una investigación propia o, por el contrario -es la norma general- es un refrito de libros de texto con algunos datos estadísticos adosados para darle una pátina de rigor científico.
Quienes opositan o luchan por ascender en una bolsa de empleo ven esos 80 euros como una inversión que, de conseguir el trabajo, verán amortizada. En otras palabras, se ven en la necesidad de pasar por el aro porque 1 punto más 1 punto menos en la baremación puede marcar la diferencia.
La estafa recuerda a la que también sucede con las publicación de libros que, como máximo, puede tener a tres autores. En esta misma línea, se dan casos en los que a cambio de cuantiosas cantidades de dinero aparecen coautores de libros en los que ni siquiera han participado pero por el que, en cambio, suman hasta 10 puntos en la baremación.
¿Tan complicado resulta establecer los controles necesarios para que el atajo de buitres oportunistas no siga haciendo su agosto a costa de la necesidad de tercer@s?
El sistema de baremación vigente para oposiciones y bolsas de empleo otorga 0,1 puntos por cada póster (una suerte de ensayo científico) en congresos científicos. Al número de posteres que puede presentar una persona como autor único se suman otros tantos en los que puede aparece como coautor. En total, puede llegar a alcanzar 1 punto en la baremación, lo que considerando el grado de compentencia y la dificultad, es puro oro.
¿Qué está sucediendo sin que la Administración tome medidas? Que se está comerciando. La laxitud por parte de las diferentes Consejerías de Sanidad en esta materia ha propiciado que estos posteres puedan ser publicados en congresos digitales o, dicho de otro modo, que el oportunismo haya hecho crecer los congresos como setas, sin que éstos acarreen prácticamente ningún coste porque no se desarrollan físicamente y que sí publican multitud de posteres.
¿Dónde está el problema? En que para poder publicar un póster, estos congresos pueden llegar a cobrar entre 80 y 100 euros, sin entrar a valorar si el ensayo aporta algo nuevo, es fruto de una investigación propia o, por el contrario -es la norma general- es un refrito de libros de texto con algunos datos estadísticos adosados para darle una pátina de rigor científico.
Quienes opositan o luchan por ascender en una bolsa de empleo ven esos 80 euros como una inversión que, de conseguir el trabajo, verán amortizada. En otras palabras, se ven en la necesidad de pasar por el aro porque 1 punto más 1 punto menos en la baremación puede marcar la diferencia.
La estafa recuerda a la que también sucede con las publicación de libros que, como máximo, puede tener a tres autores. En esta misma línea, se dan casos en los que a cambio de cuantiosas cantidades de dinero aparecen coautores de libros en los que ni siquiera han participado pero por el que, en cambio, suman hasta 10 puntos en la baremación.
¿Tan complicado resulta establecer los controles necesarios para que el atajo de buitres oportunistas no siga haciendo su agosto a costa de la necesidad de tercer@s?
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