El cobijo de Twitter al nazismo y la penalización a quien lo combate

Hoy no podré tuitear el artículo que lee. Ni éste ni ningún otro. Desde hace tres días, Twitter ha bloqueado mi cuenta. Tras replicar a tuiteros neonazis que me insultaban y trataban de intimidarme con amenazas de paliza, después de haber publicado la columna Hogar Social Madrid se toca y se larga, soy yo quien parece haber incumplido las políticas de esta red social.

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2 comentarios

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  2. Saludos David. Estoy disfrutando de una cerveza con motivo de la nueva ocupación de Hogar Social, sin embargo, le transmito mi repudia a que se bloquee la cuenta de Twitter a un periodista por dar su opinión, la cual me produce náuseas, y más pensando que vienen de una persona militante de "izquierda", dicho sea de paso.
    Tengo la sensación de que usted conoce poco la situación de las personas ayudadas por HSM. En realidad, creo que sí lo sabe, y parece joderle que la izquierda sea incapaz de estar ahí. Hay que decir que, al menos, sabe usted cómo reírse y pasar un caluroso día de verano entre carcajadas y cerveza fresquita. Se lo reconozco. Pero no le escribo por eso.
    Sinceramente, no logro entender cómo una persona con una supuesta formación que escribe en un blog titulado ''Posos de anarquía'' puede pedir la liegalización de organizaciones de acción política. Quisiera recodarle también que en Hogar Social no se ha exaltado ni el fascismo, ni el franquismo, ni el nazismo. Puedo comprender que usted sin literatura no puede comer en el periodismo. También comprendo que haya gente la cual valore más unos pocos RT que su verdad. El ser humano es vanidoso. Pero de ahí a pensar el autoritarismo como herramienta contra lo que usted llama ''fascismo'', hay un abismo llamado hipocresía, que no estrategia. Espero que me lo explique. En fin, mi querido y déspota amigo, le deseo que recupere su cuenta de twitter en breve, y que su vida se prolongue por muchos años, y así pueda usted contemplar esos ''fracasos'' y ''humillaciones'', aunque los dos sepamos que no son eso precisamente. Imagino que esto puede ser desagradable para usted y algo hay que hacer. Sin más, le dejo a usted con sus cervezas, que la mía se ha acabado y no sería correcto dedicarle más tiempo.
    Un brindis,
    Alfonso.

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