Primeros agujeros en el Proyecto Obama
Llevo un par de días en EEUU y la primera lectura que puedo hacer es que, efectivamente, el ‘efecto Obama’ se percibe por los cuatro costados. Se desprende en el trato con las personas cierto entusiasmo, como si en medio de la tempestad de la crisis, se tuviera la sensación momentánea de disfrutar de un microclima. Incluso, el personal de Aduanas de Miami estuvo extremadamente amable, algo que uno siempre echaba en falta cuando viaja a este país.
Sin embargo, este clima de optimismo contrasta con los malos momentos por los que está pasando el presidente Obama. Esta mañana, hemos desayunado con la primera del USA Today dibujando un panorama poco halagüeño para esta especie de nuevo mesías en que se ha convertido el presidente. Apenas dos semanas después de que prometiera a la nación que llevaría a cabo la administración más ética y honesta de la historia, se ha topado con dos obstáculos: dos de sus nominados a ejercer cargos de responsabilidad se han visto salpicados por irregularidades como el fraude fiscal. Es el caso del ex senador Tom Daschle, que estaba llamado a ser quien revolucionara el sistema de salud norteamericano. Paralelamente, la ex oficial del Tesoro Nancy Killefer, también ha visto salpicada por ciertas irregularidades.
El lado positivo del asunto ha sido la rápida respuesta de Obama. No ha tardado en realizar una ronda de entrevistas por las principales cadenas de cable con un mensaje claro: “no existen dos tipos de estándares, uno para la gente poderosa y otra para el resto de los ciudadanos. Sabíamos que no iba a ser fácil cambiar Washington y a lo largo de este camino cometeremos errores”. Únicamente hay una conducta correcta y honesta y esa es la que ha de seguir todo el mundo. Se avecinan malos tiempos para la Administración Obama, porque algo se respira en el ambiente, ese tufillo de corrupción que se extiende rápidamente cuando hablamos de evasión de impuestos, que parece ser el hilo conductor de este aldabonazo contra el nuevo presidente.
A modo de curiosidad, me enteré a través de un medio americano de la destitución de Aguirre como entrenador del Atlético de Madrid. No sé si habrá llegado el rumor a España –no he tenido aún ocasión de navegar por los medios nacionales- pero el hervidero de la comunidad hispana habla por aquí de que Aguirre será el próximo seleccionador mejicano. Como siempre, el tiempo lo dirá.
Sin embargo, este clima de optimismo contrasta con los malos momentos por los que está pasando el presidente Obama. Esta mañana, hemos desayunado con la primera del USA Today dibujando un panorama poco halagüeño para esta especie de nuevo mesías en que se ha convertido el presidente. Apenas dos semanas después de que prometiera a la nación que llevaría a cabo la administración más ética y honesta de la historia, se ha topado con dos obstáculos: dos de sus nominados a ejercer cargos de responsabilidad se han visto salpicados por irregularidades como el fraude fiscal. Es el caso del ex senador Tom Daschle, que estaba llamado a ser quien revolucionara el sistema de salud norteamericano. Paralelamente, la ex oficial del Tesoro Nancy Killefer, también ha visto salpicada por ciertas irregularidades.
El lado positivo del asunto ha sido la rápida respuesta de Obama. No ha tardado en realizar una ronda de entrevistas por las principales cadenas de cable con un mensaje claro: “no existen dos tipos de estándares, uno para la gente poderosa y otra para el resto de los ciudadanos. Sabíamos que no iba a ser fácil cambiar Washington y a lo largo de este camino cometeremos errores”. Únicamente hay una conducta correcta y honesta y esa es la que ha de seguir todo el mundo. Se avecinan malos tiempos para la Administración Obama, porque algo se respira en el ambiente, ese tufillo de corrupción que se extiende rápidamente cuando hablamos de evasión de impuestos, que parece ser el hilo conductor de este aldabonazo contra el nuevo presidente.
A modo de curiosidad, me enteré a través de un medio americano de la destitución de Aguirre como entrenador del Atlético de Madrid. No sé si habrá llegado el rumor a España –no he tenido aún ocasión de navegar por los medios nacionales- pero el hervidero de la comunidad hispana habla por aquí de que Aguirre será el próximo seleccionador mejicano. Como siempre, el tiempo lo dirá.
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