Varapalo de la UE a una España a medio gas

La reacción por parte del Gobierno ha sido la negativa, escudándose en una estrategia de dinamización del consumo y de la demanda interna en España. Ojalá fuera tan sencillo, pero no es tarea fácil. La reforma laboral, cuyo 'marrón' hubo de comérselo sólo el Gobierno ha sido un fracaso. Es un hecho, por mucho que los dirigentes socialistas, cuando hablan de la debacle electoral y sitúan a la crisis como la causa -no a su gestión- sugieran que la reforma es correcta pero que no nos damos cuenta de ello porque sus resultados serán a medio-largo plazo. Ahora, le toca otro 'marrón' tras el fracaso de la negociación colectiva. Dos pilares para dinamizar el consumo y la demanda interna.
Y en mitad de la tormenta, arrecia otra tempestad: la situación financiera de las Comunidades Autónomas (CCAA), cuya transparencia brilla por su ausencia. La propuesta de Rajoy de realizar auditorías regionales no es mala en absoluto, si éstas se realizan por un organismo independiente y con el mismo criterio y transparencia en todas las CCAA, tanto en su realización como en la publicación de resultados. Hasta entonces y si no se aportan datos, todos deberían guardar silencio, evitando acusaciones como la de El Mundo, que asegura hoy que Barreda sólo podrá pagar las nóminas si aplaza facturas de gasto social.
Al final, la transparencia es un pilar clave para ganarse la confianza de la ciudadanía. Es evidente, porque es el mecanismo para que el pueblo soberano sepa que si se comete alguna irregularidad saldrá a la luz inmediatamente. Es una de las grandes exigencias del Movimiento 15M. Pero, ¿de veras es posible trasladar esa tranquilidad a la ciudadanía con imputados en las listas electorales y, posteriormente, en el poder? Difícilmente y eso deriva, inevitablemente, en tener sensación de movimiento a cámara lenta... muy lejos de una dinamización.
Sin comentarios