Seguir a Vox en su huelga general te dejará sin trabajo

No es la primera vez que Vox evidencia el desconocimiento de nuestro Estado de Derecho o, quizás, lo conoce pero los atajos del fascismo no transitan precisamente por la legalidad. Sin embargo, eso no quiere decir que no tenga consecuencias; así, quienes secunden la huelga general que ha convocado el partido que lidera Santiago Abascal a través de su brazo sindical, Solidaridad, podrían ser despedidos de manera procedente, sin derecho pues a ningún tipo de indemnización. Esa huelga general no cumple con la ley.

Vox pretende detener el país el próximo 24 de noviembre como medida de protesta por la amnistía. Previo al anuncio, sus secuaces en redes sociales ya habían sondeando la posibilidad y el hecho de que el mismo Alberto Núñez Feijóo deslizara también el pasado domingo la posibilidad de un paro general ha terminado por ser el detonante del anuncio. En la lucha entre PP y Vox por ser quien más capitalice la crispación en las calles, la misma que ambas formaciones alimentan, Abascal no estaba dispuesto a arriesgarse a que Feijóo se le adelantase. 

El problema es que Solidaridad no tiene potestad para poder convocar una huelga general a nivel nacional. Así se desprende del el Real Decreto-ley 17/1977, de 4 de marzo, sobre relaciones de trabajo interpretado por el Tribunal Constitucional en 1981, que viene a desarrollar el artículo 28 de la Constitución que contempla el derecho a huelga. El sindicato de Vox no tiene, ni de lejos, la representatividad requerida para convocar una huelga general, pues ni siquiera con los 250 delegados que asegura tener -cifra que con toda probabilidad está inflada, pues Solidaridad no ha presentado sus cuentas desde que fue creado en 2020- alcanza el 0,1% de la representación. CCOO y UGT, a los que califica de "corruptos", cuentan con alrededor de 100.000 delegados.

Así las cosas, los de Abascal están intentando organizar una recogida de firmas, pero así recogieran millones, no serviría de nada y la convocatoria seguiría siendo ilegal, pues no es ese un mecanismo recogido en nuestra ley. Como apunta hoy mi colega Miguel González en El País, para lo único que serviría a Vox esa recogida de firmas es para engrosar su base de datos de potenciales militantes o simpatizantes.

La irrelevancia de Solidaridad en el ámbito sindical no es lo único que haría ilegal una huelga general.  Otro argumento de peso que tira por tierra las pretensiones de Abascal es que en España no se puede convocar una huelga general por motivos políticos, tan sólo por razones laborales -como es lógico, por otra parte-. La ley es muy clara al calificar el paro de ilegal "cuando se inicie o se sostenga por motivos políticos o con cualquier otra finalidad ajena al interés profesional de los trabajadores afectados".

Así las cosas, cualquier trabajador que se ausentara de su puesto de trabajo amparándose en la huelga se expone a un despido procedente o la apertura de un expediente disciplinario. Por cumplir, Solidaridad no ha cumplido hasta la fecha el plazo mínimo de 10 días para comunicar oficialmente la convocatoria de la huelga general.

Abascal, respaldado por las hordas neonazis que están protagonizando los actos violentos ante las sedes del PSOE -especialmente en la de Ferraz (Madrid)-, vuelve a utilizar la mentira y la manipulación para pastorear a quien se deja. No hay excusa para alegar desinformación, quien se alinee y haga el trabajo sucio del partido fascista que, a su vez, le hace el trabajo sucio al PP, habrá de asumir las consecuencias de acuerdo a la ley.

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