“Muchos gobiernos aún utilizan la identidad como una herramienta de control”

Rticilo

 Monique Morrow reivindica la utilidad de blockchain con fines sociales, más allá de las criptomonedas. - EmpoderaLIVE

Asistimos a un genocidio en directo en Gaza por parte de Israel y miles de personas, las que sobreviven a esta limpieza étnica, son desplazadas de sus hogares. Lamentablemente, este no será el último episodio de personas refugiadas que se ven forzadas a abandonarlo todo para sobrevivir. Cuando se dan este hecho, llegar a un país de acogida no termina ni con el sufrimiento ni con los obstáculos que hay que superar. Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan estas víctimas es su identificación, tanto a nivel personal como de titulaciones profesionales. Hay tecnología que lo puede resolver.

Cuando en 2016 miles y miles de personas huían desde Siria hacia Europa, tras pasar un infierno, se toparon con otro problema al llegar a los países de acogida: el 70% de las personas refugiadas sirias no contaban con su documento nacional de identidad, lo supuso otra traba adicional para la obtención de la residencia. No sólo eso, sino que al haber quedado materialmente destruido su país, personas con ingenierías superiores, títulos de medicina, etc. no pudieron demostrar legalmente sus cualificaciones.

La tecnología blockchain, mediante la cual el almacenamiento de información se distribuye entre varios nodos en lugar de la tradicional gestión centralizada, se asocia habitualmente a las criptomonedas. Sin embargo, esta tecnología tiene muchas otras utilidades, como su aplicación para la verificación de identidades de personas refugiadas. Este ha sido uno de los aspectos que se ha abordado esta semana en Málaga durante EmpoderaLIVE, el encuentro organizado por la Fundación Cibervoluntarios desde 2006 que ha reunido a más de una veintena de líderes e investigadores internacionales y alrededor de 250 expertos que trabajan, a nivel mundial, para proteger los derechos humanos.

Si lo que se denomina Identidad Digital Autosoberana (SSI, por sus siglas en inglés) fuera una realidad, y se combinara con las ventajas de blockchain, muchos de los problemas a los que se enfrentan las personas refugiadas se esfumarían. Aunque las instituciones de su país hubieran desaparecido o la universidad y todos sus archivos hubieran sido bombardeados, podrían seguir aportando la documentación necesaria, fuera de toda duda de falsificación, para demostrar quién son y qué cualificaciones profesionales poseen.  La red descentralizada que hay con blockchain registraría y verificaría las transacciones de forma inmutable, transparente y sin intermediarios. Sin embargo, estamos lejos de alcanzar ese punto.

Monique Morrow, la que trabajara durante 17 años en Cisco Systems, llegando a ser su responsable de tecnología (CTO), y posterior cofundadora y presidenta de The Humanized Internet, ha sido una de las expertas que han pasado por EmpoderaLIVE. Reconocida por Forbes como una de las 50 mujeres más influyentes del mundo en tecnología, Morrow hace años que trabaja desde su organización en temas de identidad, derechos digitales y tecnología ética.

Desde su punto de vista, el freno para que la SSI sea una realidad no es tecnológico, sino que el principal obstáculo es la voluntad política y la gobernanza, puesto que sin la participación del gobierno, las identificaciones de refugiados basadas en blockchain corren el riesgo de no ser oficiales y tener escaso reconocimiento legal”. No sólo se trata una cuestión ligada a las personas refugiadas, sino también a combatir la trata de seres humanos. La experta tiene claro que es preciso “exigir que los gobiernos y las organizaciones internacionales colaboren para crear marcos de identificación transfronterizos que combatan la trata protegiendo a los indocumentados”. La gurú tecnológica sentencia que el refugiado no es la carga, sino los sistemas obsoletos que le niegan el reconocimiento”.

Morrow durante su intervención en el foro organizado por Fundación Cibervoluntarios. - EmpoderaLIVE

Tal y como explica Morrow, para que la billetera digital de una persona refugiada sea eficaz es preciso que cuente con credenciales verificables de emisores de confianza. Aquí entra en juego blockchain, una red en la que la información se replica en muchos nodos, conectado unos bloques con otros mediante criptografía, de manera que no se puede alterar ninguno sin que el resto de los nodos lo detecte. Estos emisores serían ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) para la identidad legal fundamental (estatus de refugiado), ONGs y organizaciones humanitarias para credenciales sectoriales (salud, educación, formación), instituciones educativas y profesionales para diplomas y verificación de habilidades y los gobiernos de acogida para la residencia, permisos de trabajo y prestaciones sociales. Las personas refugiadas accederían a sus billeteras a través de aplicaciones móviles en sus teléfonos, quioscos digitales, etc.

Acelerar validación de identidad agilizaría extraordinariamente la integración de las personas refugiadas. Sin embargo, la realidad nos dice que, a pesar de todas las ventajas que puede traer consigo la SSI para impulsar el acceso a los servicios públicos, ni siquiera en los países estables para nuestro día a día se ha materializado. Morrow critica la “inercia institucional” y se rebela ante el hecho de que “mientras la identidad digital autosoberana transfiere el poder a los ciudadanos, muchos gobiernos aún utilizan la identidad como una herramienta de control”. En esencia, la adopción de este modelo “requiere que los gobiernos confíen el control a los ciudadanos, y que éstos impulsen el empoderamiento en lugar de la vigilancia. A fin de cuentas, la SSI trae consigo la gestión autónoma de nuestra identidad, sin depender de intermediarios o autoridades centralizadas.

La propia Morrow cuenta que en 2019 realizó un Master en blockchain y moneda digital en la Universidad de Nicosia y, además, de disponer de una copia física de su título, la institución le proporcionó una copia digital del mismo, verificable vía blockchain. Vaya donde vaya, incluso si esta universidad desaparece, ella podrá demostrar que cuenta esa titulación, sin que nadie pueda cuestionar su veracidad.

Por otro lado, la entrada en escena de la Inteligencia Artificial (IA) es un arma de doble filo, dado que según precisa la experta, puede combatir el fraude, potenciar las herramientas de traducción para los refugiados y optimizar los servicios públicos pero, al mismo tiempo, si no existen auditorías de imparcialidad, corre el riesgo de exclusión y sesgo. En este sentido, Morrow rechaza frontalmente la bautizada como IA de caja negra, y hace un llamamiento a que la ciudadanía “exija transparencia, rendición de cuentas y auditorías de imparcialidad antes de la implementación de los sistemas de identidad”. Por este motivo, es tan importante la transparencia algorítmica, avalada por sentencias como la conseguida por la Fundación Civio ante el Tribunal Supremo.

Durante su intervención en EmpoderaLIVE, Morrow expuso su idea de caja fuerte digital, es decir, “una caja que contenga digitalmente mi testamento, mi certificado de matrimonio, mis títulos… como si fuera una caja de seguridad de un banco”, aunque precisó que llegar a ese nivel todavía resulta técnicamente complejo. Tanto es así que lo llamó el “próximo salto lunar”.

La presidenta de The Humanized Internet afirma rotunda que “la identidad no es un debate abstracto; se trata de la vida de las personas”. No es un tema menor, según los datos que maneja el Banco Mundial, en el mundo hay cerca de 850 millones de personas que carecen de un documento de identidad oficial. La experta subraya cómo la identidad para una persona refugiada es su protección contra la trata y el acceso a la atención médica y la educación; para un ciudadano en una democracia estable es su acceso más sencillo, seguro y confiable a los servicios cotidianos; y para los gobiernos significa mayor seguridad y eficiencia, y la capacidad de desmantelar las redes de trata.

Morrow sintetiza indicando que blockchain brinda permanencia, SSI brinda empoderamiento y la IA brinda inteligencia, pero nada de esto importa a menos que la dignidad humana sea la base, y a menos que gobiernos, tecnólogos y ciudadanos actúen juntos”.

(Artículo en Público)

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