¿I+D+i para el coche eléctrico?

Hoy ha tenido lugar una rueda de prensa justo después del Consejo de Ministros, el mismo que hoy ha aprobado el Plan Integral de Automoción (PIA). En el transcurso de la rueda, el ministro Sebastián ha sido tajante a la hora de afirmar que el Ejecutivo únicamente apoyará proyectos que tenga futuro y muestre capacidad para introducir mejoras en la capacidad productiva de las plantas, "descartando aquellas que destruyan empleo".
Precisamente hoy vence el plazo de solicitud de ayudas en el marco del Plan de Competitividad del Sector de la Automoción -forma parte del PIA-, dotado con 800 millones de euros. Al ser preguntado el ministro por el hecho de que en estas ayudas no se haga mención explícita a la creación de empleo, Sebastián contestó que "se sobreentiende". Destacó, asimismo, la buena acogida de las plantas y subrayó en concreto la de la planta de PSA Peugeot Citröen en Vigo.

Ahondando un poco más en el PIA, éste disfruta de una dotación de más de 4.000 millones de euros, en base a actuaciones a corto, medio y largo plazo, colaborando el propio Ministerio de Industria, Turismo y Comercio; Trabajo e Inmigración; Fomento; Ciencia e Innovación); y Economía y Hacienda.

Así las cosas y a la luz de actuaciones pasadas en las que la coordinación entre las diferentes carteras del Ejecutivo ha brillado por su ausencia, no puedo por menos que sentir cierto escalofrío, más aún cuando vuelve a hacerse hincapié en actuaciones en materia de I+D+i.

En concreto, se ha definido una clara apuesta por el vehículo-híbrido eléctrico, con un objetivo: que en 2014 circulen por las carreteras españolas un millón de automóviles de este tipo. Para ello, se pondrá en marcha el Proyecto Movele, una prueba piloto consistente en la introducción de 2.000 vehículos eléctricos en entornos urbanos en 2009 y 2010, así como en la instalación de 500 puntos de recarga. Hasta 10 millones de euros de colchón presupuestario tendrá el proyecto, con el fin de adquirir vehículos (8 millones), crear infraestructuras de recarga (1,5 millones) y prestación de asistencia técnica, gestión y comunicación (0,5 millones).

Las cifras dan vértigo, más aún sabiendo cómo funciona la investigación en España. Porque, que nadie se equivoque, el problema de nuestro I+D+i no es falta de inversión -que siempre se puede mejorar-, sino la avaricia, la corrupción que en instancias investigadoras se dan cita. ¿O es que porque sean defensores de la ciencia no van a ser corruptos? Es una pena, que un fin tan noble, se vea manchado por lo de siempre.

Lo cierto es, que si se se supervisara correctamente la gestión y utilización de los fondos destinados a I+D+i, deberían rodar tantas cabezas que no habría batas suficientes para taparlas.
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