El verdadero activismo social

Durante la pasada edición del FiSahara tuve la oportunidad -diría más, el privilegio- de conocer a los chicos de REC. Se trata de una asociación de Granada que bajos esas siglas (REC: Recursos de Educación y Comunicación) esconden una labor social inestimable, llenando los huecos -que son muchos- a los que no llegan las Administraciones Públicas.

La asociación cuenta ya con cerca de cuatro años de vida, durante los cuales ha realizado muchos proyectos de integración, empleando siempre el uso de las nuevas tecnologías. Matan así dos pájaros de un tiro, por un lado la formación en un campo que será imprescindible para el futuro profesional de los jóvenes y, por otro, la integración de colectivos que por las más diversas razones se encuentran un tanto al margen de la sociedad.

En Dajla, en mitad del desierto, tuve la oportunidad de ver algunos de sus trabajos. Les animo a todos a que se den una vuelta por la web de la REC para que vean qué es posible lograr con el entusiasmo que mueve a estos chicos. Entusiasmo y horas y horas de trabajo, de paciencia, de esfuerzo... no sólo con los propios chavales a los que ayudan a integrar, sino con los organismos públicos para conseguir subvenciones para sus proyectos. En Dajla, concretamente, desarrollaban por segundo año consecutivo talleres de vídeo y fotografía con los jóvenes saharauis.

En un agradable sobremesa, Chema Fernández, uno de los motores de la Asociación REC, llamó mi atención sobre algo un hecho que hasta la fecha me había pasado inadvertido. ¿Realmente son beneficios reportajes como los emitidos por programas como Callejeros? Antes de mi charla con Chema, mi reflexión no iba mucho más allá de que los temas recurrentes de barrios marginales, chabolas, drogadictos y prostitutas eran demasiado parecidos siempre; más aún teniendo en cuenta la impresionante lista de temas de denuncia social que se puede confeccionar.

Pero los chicos de REC me abrieron los ojos: "¿dónde queda el trabajo de gente como nosotros, que nos estamos dejando los cuernos día a día porque estos colectivos se integren en la sociedad?". Chema tenía razón, la visión de programas como Callejeros no deja de ser un tanto sesgada, perjudicando gravemente a la realidad social que se está produciendo. Claro que, como también apuntaba mi amigo granaíno, "la culpa también es, por ejemplo, de los gitanos cuando les dejan entrar con las cámaras en las chabolas -las cámaras llegan tranquilamente a dónde ni siquiera la policía se atreve-, y todo por su minuto de fama".

Hecha la reflexión, vuelvo al inicio del post, que desearía que sirviera como modesto homenaje para todos esos jóvenes que se desviven por una ilusión, que llevan proyectos como los chicos de REC, contra viento y marea, movidos por una ilusión, por una pasión, que tanto hecho en falta en quienes más ejemplo deberían dar de ello .
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4 comentarios

  1. MUCHAS GRACIAS POR LA RESEÑA DAVID. PRONTO TENDRÁS NOTICIAS NUESTRAS. UN ABRAZO. CHEMA.

    NOTA: A TODOS LOS INTERESADOS EN ESTE POST, TMABIÉN PODÉIS CONSULTAR LA WEB DEL CENTRO CREATIVO JOVEN, UNO DE LOS PROYECTOS MÁS INTERESANTES QUE DESARROLLAMOS A DÍA DE HOY DESDE REC. www.centrocreativojoven.org

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  2. Me emociona ver como la labor que realizan las personas de REC se ve reconocida de esta forma. Es mucho el trabajo que se saca adelante, pero pocas veces reconocida la labor de todas/os los/as que día a día intentan luchar por los valores en los que creen. Gracias por vuestra labor.

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  3. wooo, qué detallazo, David!! Como socia de REC -y orgullosa de serlo-, me he emocionado al leer tu entrada. Chema os invitó de corazón a Granada para conocer la sede y el Centro Creativo Joven. Si tenéis oportunidad... ya sabéis, REC os estará esperando.
    Muchas gracias por tenernos presentes.

    Un abrazo saharaui,


    PD. Cuando cae entre mis manos alguno de los periódicos en los que colaboras, leo el autor del artículo por si encontrara tu nombre. ¿Habíamos quedado que con "LL", no? jeje...

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  4. @Lourdes: Gracias a vosotros. ¿sabes qué fue lo que más me emocionó de aquella comida que compartimos? Ni siquiera fue la propia labor que realizáis con los chavales -que, por supuesto, también-; fue el entusiasmo con que hacéis las cosas. ¿Sabes lo difícil de encontrar que es eso? Trato con muchísima gente a diario y en contadísimas ocasiones detecto esa ilusión, ese entusiasmo, ya sea para dirigir una multinacional, cobrar en un supermercado o vender el periódico.
    Y, hablando de periódico, aqui tienes un link de uno de los últimos artículos que publiqué: http://www.publico.es/ciencias/228190/anos/carcel/cebos/envenenados
    ¡Prometo bajar por Granada!

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